Asunto: “Dios existe necesariamente”.
Es claro que el problema de la existencia de Dios no es un cuestionamiento del siglo XXI ni de la era cristiana; mientras haya existido un dios sea el que sea, han existido “ateos”, que se han caracterizado por pretender ser “libres” haciendo una alegoría al mayor carcelero de la mente humana, Dios. Pero siendo conscientes de esto y citando a Marx cuando nos dice que la religión es el opio del pueblo, es claro que la idea que nos intenta plantear es la de una diacronía cautivadora, encantando al hombre históricamente y sometiéndole a sus pies, o más bien, a los pies de quien ora en su palabra.
Si se creara un manual para ser ateo, a mi consideración la primera regla seria no negar a Dios sobre todas las cosas, debido a que como el ente divino y creador, o más bien como una concepción social y moral, él existe; y mientras exista la tarea de una comunidad atea sería en principio designarle su posición a Dios, su rol y sus alcances.
Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Si en nuestras manos estuviera el rebautizar a Dios creo que el seudónimo más cercano sería moral, ya que cuando alguien definió al hombre como racional lo más probable es que fuera un cristiano sectario y no un sabio pensante; el hombre es moral. Las sociedades contemporáneas están basadas en principios morales, Kantianamente hablando, debido a que el hombre se rige notoriamente por normas hermenéuticamente implícitas a la conducta, que no solo provienen de las legislaciones actuales sino de los mismos mandamientos de moisés contenidos en la biblia, ¿Acaso no son morales?; retomando lo planteado en un principio cuando se afirma que Dios existe necesariamente, podemos observar como Dios es un ente legislador que a lo largo de la historia ha evitado nuestra propia extinción; una extinción inevitable considerando las ansias de poder en el hombre, sus ambiciones y su paradigmática alegoría de que el fin justifica los medios. El hábito de ser moral es una consigna infundada culturalmente, que nos obliga a actuar de acuerdo a normas, erigidas bajo la imposición de la ley, pero que en últimas nunca dejan de ser un acto de sublimación colectivo.
Implícitamente cuando se lee a Habermars, nos damos cuenta que la igualdad no se encuentra en la equidad de la distribución de recursos, sino en la equidad de limitaciones; y al haber equidad de limitación hay equidad de leyes y normas, lo que es moral. Dios como Padre, como norma, como lo que se le quiera ver, siempre va a estar sujeto a principios morales; invitar a creer en Dios es una cuestión de religiosidad, invitar a interpretarlo es un acto de sabiduría. Dios existe, y existe necesariamente, y es así porque Dios se encuentra en todos y cada uno de nosotros, en nuestros actos, en nuestras decisiones y en nuestras vidas; siendo o no creyentes, Dios como ser supremo o como las leyes contenidas en la carta magna y las cuales nos dicen cómo debemos vivir, siempre estará reflejado en lo que conocemos como moral. Moral es Dios y como Dios es quien nos hace carceleros de una prisión de la cual no deseamos salir.
Es claro que el problema de la existencia de Dios no es un cuestionamiento del siglo XXI ni de la era cristiana; mientras haya existido un dios sea el que sea, han existido “ateos”, que se han caracterizado por pretender ser “libres” haciendo una alegoría al mayor carcelero de la mente humana, Dios. Pero siendo conscientes de esto y citando a Marx cuando nos dice que la religión es el opio del pueblo, es claro que la idea que nos intenta plantear es la de una diacronía cautivadora, encantando al hombre históricamente y sometiéndole a sus pies, o más bien, a los pies de quien ora en su palabra.
Si se creara un manual para ser ateo, a mi consideración la primera regla seria no negar a Dios sobre todas las cosas, debido a que como el ente divino y creador, o más bien como una concepción social y moral, él existe; y mientras exista la tarea de una comunidad atea sería en principio designarle su posición a Dios, su rol y sus alcances.
Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Si en nuestras manos estuviera el rebautizar a Dios creo que el seudónimo más cercano sería moral, ya que cuando alguien definió al hombre como racional lo más probable es que fuera un cristiano sectario y no un sabio pensante; el hombre es moral. Las sociedades contemporáneas están basadas en principios morales, Kantianamente hablando, debido a que el hombre se rige notoriamente por normas hermenéuticamente implícitas a la conducta, que no solo provienen de las legislaciones actuales sino de los mismos mandamientos de moisés contenidos en la biblia, ¿Acaso no son morales?; retomando lo planteado en un principio cuando se afirma que Dios existe necesariamente, podemos observar como Dios es un ente legislador que a lo largo de la historia ha evitado nuestra propia extinción; una extinción inevitable considerando las ansias de poder en el hombre, sus ambiciones y su paradigmática alegoría de que el fin justifica los medios. El hábito de ser moral es una consigna infundada culturalmente, que nos obliga a actuar de acuerdo a normas, erigidas bajo la imposición de la ley, pero que en últimas nunca dejan de ser un acto de sublimación colectivo.
Implícitamente cuando se lee a Habermars, nos damos cuenta que la igualdad no se encuentra en la equidad de la distribución de recursos, sino en la equidad de limitaciones; y al haber equidad de limitación hay equidad de leyes y normas, lo que es moral. Dios como Padre, como norma, como lo que se le quiera ver, siempre va a estar sujeto a principios morales; invitar a creer en Dios es una cuestión de religiosidad, invitar a interpretarlo es un acto de sabiduría. Dios existe, y existe necesariamente, y es así porque Dios se encuentra en todos y cada uno de nosotros, en nuestros actos, en nuestras decisiones y en nuestras vidas; siendo o no creyentes, Dios como ser supremo o como las leyes contenidas en la carta magna y las cuales nos dicen cómo debemos vivir, siempre estará reflejado en lo que conocemos como moral. Moral es Dios y como Dios es quien nos hace carceleros de una prisión de la cual no deseamos salir.
Julián David Quintero García
IV Semestre
judaqui_56740@hotmail.com
IV Semestre
judaqui_56740@hotmail.com
realmete buenisimo, pienso que como seres humanos y morales que somos nos quedaria muy duro negar o cuestionar leyes u mandatos que desde hace siglos atras (desde el pricipio) venimos compartiendo y rigiendonos por medio de ellos. la cuestion de negar o no creer en Dios no es en este siglo xxi una revolucion en si sino que desde que existe un Dios a existido la idea de siempre negarlo.. tratar de interpretar a Dios es sabiduria.... lo comparto
ResponderEliminarmuy bueno el texto... felicitaciones a su autor... asi, es... estoy de acuerdo con los dos cuando dicen que interpretar a Dios es un acto de sabiduria... sin ambargo, la moral es una cualidad o rasgo, que en esencia pertenece a los seres humanos, a un ente racional que tiene, en esencia, la capacidad de generar juicios frente a sus actos a traves de argumentos logicos y que fundamentan la consecucion de un objetivo... luego, entonces, decir que Dios es moral ¿no seria reduccionismo al poner a Dios en un nivel humano?
ResponderEliminarEn si el texto es un tanto reduccionista por lo que cuestionar eso sería osado y atrevido de mi parte; pero debe ser así, porque el hablar de dios de una forma dogmatica que es como se le consibe parroquialmente seria una tarea larga que generaria demaciadas controvercias; ya que la idea de dios (popularmente hablando) se concibe de una manera metafisica, un ente divino con atribuciones sobrehumanas de las cuales por su poca verosimilidad cientifica, cuestionarlas sería un poco atrevido de mi parte por mi vago conocimiento de estos conceptos. la parte que a mi me intereza el la que puedo ver, observar o incluso sin ser descabellado sentir. su influencia en este plano terrenal (la sociedad) es de un indole moral, y es moral por ser el primado de leyes autolegislativas bajo el cual los seres humanos se rigen; los estados no son intervenidos directamente por la iglesia (sea la que sea), pero si se apoyan mutuamente en una homeostasis que les permite cumplir fines en comun; el gobernar y controlar.
ResponderEliminartienes razon en lo que dices... y es interesante la homeostasis que planteas... sin embargo, en tu respuesta pones un eje mas a la discusion y es el de la institucion. si se hace una idea de Dios a partir de la institucion siempre se caera en reduccionismo, de ahi que la discusion por excelencia sea desde la metafisica, pues en ella no cabe el dogma, sino el argumento que de razon de la esencia de la sustancia... que de razon del ser.
ResponderEliminarsi se presenta la discusion desde la institucion se derarrollara el conflicto guiado, puesto que el interes es, como tu lo dices, el de gobernar y controlar.
Jesus fue un hombre, pero nos mostro una manera inhumana de comportarnos, nos mostró como ser Dios en la tierra... tal vez sea hora de inhumanizarnos y tal vez asi seamos mas humanos, al no escudarnos tras el pecado como debilidad y asumir la responsabilidad del hecho pecaminoso...
"tal vez sea hora de inhumanizarnos y tal vez asi seamos mas humanos, al no escudarnos tras el pecado como debilidad y asumir la responsabilidad del hecho pecaminoso" mi amigo, que frace que marca y pone otro punto a evaluar; retomar el asunto del texto, "Dios existe necesariamente", pensemos en que seria el hombre sin Dios, o pensemos en que ha sido Dios historicamente, en mi ignoranica ha existido un dios para el cielo, los mares y hasta el mismo sol; se puede hablar de el como una necesidad mitologica; que en los tiempos modernos y no precisamente por la pelicula de Chaplin, ha otorgado una respuesta (mitologica) a el ultimo gran enigma de la humanidad (desde un punto de vista existencial); y es ¿De donde venimos?. No se puede negar la necesidad de la fé, ya que asi suene a coro de iglesias "la fé mueve montañas".
ResponderEliminarAhora se puede plantear; ¿Que diferencia existe entre un Enzo Ferrari y un Renault IV? a la simple vista las diferencia son notorias; pero son SUBJETIVAS y casi "metafisicas". pero en escencia son lo mismo un motor, cuatro llantas, asientos y hasta ambos funsionan con la misma gasolina. Cuando desde el ojo comun (Que es la postura de observacion e interpretacion regular) se ve a dios, siempre sea como se a va a ser reduccionista; ya que a mi criterio las observaciones e intepretaciones teas, siempre son de caracter subjetivo y desintegralizador, ya que se obcerva desde diferentes postura y buscando cosas diferentes.