En un proceso comunitario, la convivencia requiere de una gestión social, para lograr el objetivo de modificar la calidad de vida; dentro de este propósito se debe ponderar el dialogo como una vía para reflexionar sobre los asuntos de la comunidad.
Sin dialogo no hay posibilidad de acceso a un acuerdo. Siendo entonces el dialogo una manera civilizada y no violenta de establecer acuerdos. Es un trabajo al que tenemos que estar dispuestos para realizar en distintos momentos y escenarios donde se desarrolla nuestra vida cotidiana. Esto requiere una capacidad de dominio, educación y flexibilidad para aceptar lo único e irrepetible de cada conflicto y/o de cada persona que hará que cada situación se aborde desde la originalidad que le es propia.
Tenemos muy claro que la presencia de un conflicto constituye una oportunidad para evaluar los principios esenciales de la vida comunitaria como: la responsabilidad social e individual, la participación democrática y la búsqueda de soluciones. A nivel de los distintos entornos educadores se han de generar ambientes propios que contribuyan a la construcción de una sociedad más civilizada donde los diferentes actores sociales promuevan procesos dialógicos constructivos y pacíficos con el único fin: de regular la convivencia.
En todo grupo existe la necesidad de convivir, y por ende adaptarse; la interacción y la necesidad de la socialización son formas básicas de la naturaleza humana que nos ayudan a conseguirlo.
Unos de los instrumentos esenciales que tiene el hombre es el lenguaje, por medio de él nos comunicamos con las otras personas: podemos herir, convencer, estimular, engañar, criticar, etc. Llegamos a concluir que el lenguaje es fundamental para la convivencia.
Aprender a convivir es aprender a vivir: aprender a vivir en familia, a vivir en comunidad y a vivir en armonía con nuestro entorno social. La clave de la convivencia es reconocer que todos tenemos derechos y obligaciones, ya que son estos los que rigen la vida en sociedad.
Mónica María Ochoa Taborda
II Semestre
Flaquis716_1@hotmail.com
Sin dialogo no hay posibilidad de acceso a un acuerdo. Siendo entonces el dialogo una manera civilizada y no violenta de establecer acuerdos. Es un trabajo al que tenemos que estar dispuestos para realizar en distintos momentos y escenarios donde se desarrolla nuestra vida cotidiana. Esto requiere una capacidad de dominio, educación y flexibilidad para aceptar lo único e irrepetible de cada conflicto y/o de cada persona que hará que cada situación se aborde desde la originalidad que le es propia.
Tenemos muy claro que la presencia de un conflicto constituye una oportunidad para evaluar los principios esenciales de la vida comunitaria como: la responsabilidad social e individual, la participación democrática y la búsqueda de soluciones. A nivel de los distintos entornos educadores se han de generar ambientes propios que contribuyan a la construcción de una sociedad más civilizada donde los diferentes actores sociales promuevan procesos dialógicos constructivos y pacíficos con el único fin: de regular la convivencia.
En todo grupo existe la necesidad de convivir, y por ende adaptarse; la interacción y la necesidad de la socialización son formas básicas de la naturaleza humana que nos ayudan a conseguirlo.
Unos de los instrumentos esenciales que tiene el hombre es el lenguaje, por medio de él nos comunicamos con las otras personas: podemos herir, convencer, estimular, engañar, criticar, etc. Llegamos a concluir que el lenguaje es fundamental para la convivencia.
Aprender a convivir es aprender a vivir: aprender a vivir en familia, a vivir en comunidad y a vivir en armonía con nuestro entorno social. La clave de la convivencia es reconocer que todos tenemos derechos y obligaciones, ya que son estos los que rigen la vida en sociedad.
Mónica María Ochoa Taborda
II Semestre
Flaquis716_1@hotmail.com
La convivencia social en armonía es el estado ideal de la comunidad, entendiendo que las diferencias de opinión son inevitables pero muchas veces generadoras de conflictos que en la mayoría de los casos llegan a tener consecuencias violentas y destructivas. La historia muestra logros de conquistas e independencias a través de las guerras pero también nos ha demostrado que el camino de la no violencia conduce a obtener los mismos o mejores resultados, es el caso de Mahatma Gandhi , Nelson Mandela y hasta el propio Jesucristo. Son muchos los factores que inciden en la convivencia social, como la educación, el entorno, el nivel socio-económico, la participación del gobierno es un factor clave y la familia como unidad fundamental para la orientación y generador de valores. En el día a día de nuestra sociedad vemos ejemplos de como se violan esos derechos y deberes ciudadanos cuyo objetivo es que cada individuo pueda desarrollar libremente su personalidad sin perjudicar a nadie. Para ello una intervención al educar a la gente sobre estos temas es muy importante especialmente a los jóvenes, mecanismos de solución de problemas y concientizar a la gente que su participación es indispensable para lograr beneficios no solo de convivencia sino de mejoramiento en su entorno en tema de seguridad, recreación, etc. y así encontrar una vía de dialogo y organización para satisfacer sus necesidades comunitarias. Un defecto muy común es la indiferencia de lo que le este pasando a los demás, la falta de apoyo en el momento de defender un derecho a un conciudadano nos hace responsables en cierto grado al no hacer nada al respecto teniendo en cuenta que el deber de apoyar con solidaridad un derecho garantiza a la sociedad mas protección y seguridad colectiva. También, un factor muy importante es el dialogo legal, argumentado, responsable y tolerante, ya que por medio de este se llega a un pacto que beneficie ambas partes en conflicto. Es la filosofía Mockusiana que nos quiere ofrecer el candidato verde el cual aspira a la presidencia de nuestro país y que desafortunadamente por su sinceridad y escasez de populismo se podría perder esta oportunidad de transformación cultural a través de la educación colectiva como modelo de estructura social, la pedagogía de la cultura ciudadana tomando como raíz a la familia creando conciencia de que la violencia no se combate con la fuerza, sino cambiando el comportamiento del ser humano psicológicamente para no hacer el mal.
ResponderEliminarAfortunadamente la formación de fundaciones en pro de la convivencia están haciendo un trabajo social muy bueno, es el caso de la Escuela de Perdón y Reconciliación (ES.PE.RE) que se ha dedicado a capacitar a multiplicadores que siembren la cultura de la política del perdón en todos los sectores sociales: escuelas, barrios, empresas, etc, durante los talleres las personas aprenden a enfrentar sus recuerdos mas difíciles y perdonar, analizando las consecuencias negativas que le produce la ira aprendiendo a controlarla y a comunicarla.
Convertir la mentalidad al dialogo y la paz y no esperar que hechos tan lamentables nos inviten a la reflexión y a la unidad como ocurrió en países azotados por guerras mundiales como le sucedió a Japón que después de ser una fortaleza militar pasó a tener una mentalidad pacifista con la petición reiterada de eliminar las bombas atómicas del mundo, la historia del mundo entero desde entonces está unida al poder de las “naciones nucleares” y al miedo de una guerra atómica que pudiera desaparecer a la humanidad de la faz de la tierra, el mensaje de los sobrevivientes ha sido simple, claro y conciso “Nunca mas repetir esta atrocidad”. Estas son las consecuencias del abuso de poder, la intolerancia y de la violación de derechos, por esto es claro que la paz es el único camino digno de alcanzar.
DIEGO FERNANDO GONZÁLEZ ROJAS
Diplomado de pedagogía para Docentes No Licenciados (Tuluá)
celular316@yahoo.com